lunes, 29 de junio de 2015

El gallinero


William Muir es un biólogo de Purdue University que estaba interesado en el estudio de la productividad y efectuó un experimento muy interesante con gallinas (con gallinas es más fácil estudiar la productividad porque solo tenes que contar cuantos huevos ponen). Muir armo dos grupos: en el primero selecciono aleatoriamente a los integrantes y midió su desempeño a lo largo de seis generaciones. Para el segundo grupo, en cada generación fue seleccionando a las gallinas más productivas de esa generación. ¿Cuáles fueron los resultados que obtuvo? El primer grupo fue en cada generación aumentando la productividad, las gallinas estaban fuertes y con todo su plumaje. En el segundo grupo, solo tres gallinas sobrevivieron. Ellas picoteaban a las otras hasta que las mataban. Las gallinas más productivas solo lograban su objetivo eliminando la productividad de las otras. Esto que sucede en un gallinero es lo mismo que sucede en una empresa o en un equipo deportivo. Una persona no se siente motivada por estar al lado de una superestrella. Los grandes equipos no se caracterizan por contar únicamente con superestrellas, se caracterizan porque los miembros tienen un alto grado de sensibilidad social para con sus compañeros. Un gran equipo tiene un alto capital social, no solo algunas superestrellas.

Que tu rival no sepa tus cartas

Ayer vi la película "El código enigma" que trata de como los ingleses descifraron el código que usaban los nazis en sus comunicaciones y como esto permitió derrotarlos. Hay un aspecto de la película que me pareció muy interesante y es lo que hacen con la solución encontrada. Ellos se dieron cuenta que tenían que usar el conocimiento adquirido de una forma que el otro no sepa que ellos contaban con ese conocimiento. Ellos desactivaban ataques en forma muy selectiva y ponían a correr una versión distinta de como lo habían logrado. La efectividad de la solución estaba en que la otra parte no sepa que la tenias como para que no pueda cambiar el enfoque y la solución deje de servir. Lo pensé para las estrategias deportivas. Si sabes como ganarle a tu rival, hacele creer que no lo sabes hasta que le sea demasiado tarde para cambiar.

domingo, 28 de junio de 2015

El lugar de las formas

Argentina no salió campeón en Italia 90. Perdió la final. Sin embargo, aquellos que vivimos ese mundial todavía nos identificamos con lo que hizo ese equipo. Con Diego insultando a los italianos cuando estos abucheaban nuestro himno, con las atajadas heroicas del Goico que arranco el mundial como suplente, con la jugada de Diego lesionado para este gol de Caniggia que ilustra este post. Eduardo Sacheri dice que "la filosofía de que el ganar lo es todo es una filosofía que nos empobrece. Ignora, oculta, desprecia, el laborioso entretejido de los días y los actos de los hombres. Los accidentes, los azares, las decepciones, los intentos. La verdad simple y profunda de que no solo importan los qué sino los cómos. Ese lugar esencial que tienen las formas."

Un ganador es el que soporta perder

La derrota cuando no es vista como resultado final sino como proceso de aprendizaje se transforma en positiva. En las derrotas pensamos que debemos mejorar, nos ponemos mas fuertes, desarrollamos la paciencia y la tenacidad. Aquellos que odian tanto las derrotas son aquellos que no confian tanto en su capacidad de crecer y soportar las dificultades. Un ganador es el que soporta perder.

sábado, 27 de junio de 2015

Tener la autoconfianza "larga"

Un buen jugador logra no tener su autoconfianza dependiente de las jugadas de un partido. Puede empezar mal, haber cometido errores, pero a pesar de ello no dudara en tirar los lanzamientos que definen el juego y convertirlos. Los grande jugadores tiene una autoconfianza "larga", no se agota hasta que no este finalizado el juego.

domingo, 21 de junio de 2015

De ganar y jugar


Hay cosas que me impiden irme a dormir a una hora razonable. Se me enciende la cabeza y me empieza a andar a toda velocidad. Mira el video de este post y preguntate porque Higuita hace esa jugada y no la agarra mansamente con las manos y la aprieta contra el pecho. ¿Por que pone en riesgo asi a su equipo? ¿Por qué es tan egoísta? Esto se pregunto Eduardo Sacheri y quizás es una pregunta que todos los medidos y responsables nos hacemos con estas personas. La respuesta completa de Eduardo esta aqui en un articulo que publico en la revista El Grafico llamado "Una de escorpiones". Yo solo quiero decir el final. Hay jugadores que les gusta ganar pero no pueden sacarse de encima el placer de jugar. Encuentran mucho más placer en el juego que en el resultado. Me veo tentado a decir que esos jugadores no ganan tantos campeonatos como nosotros los medidos, sensatos y racionales pero no estoy seguro que asi sea. Si estoy seguro de algo: cuando estas cosas les salen bien, el mundo es más lindo.

La diferencia entre jugar y saber jugar

Empece a leer el libro "Senda de campeones: de La Masia al Camp Nou" de Marti Perarnau que trata de la formación de futbolistas en el Barcelona. Ellos lo que buscan en sus divisiones inferiores es que los jugadores aprendan el juego. Ellos lo que quieren es que los jugadores comprendan como su acción repercute en el otro, como aquello que hacen posibilita una cosa o la inhibe. Hay muchos deportistas que son grandes jugadores a partir de sus habilidades pero no comprenden el juego. Y eso es un serio problema. El habiloso tiene que saber cuando no ser habilidoso, el rápido tiene que saber cuando no ser rápido, el gran pasador tiene que saber cuando no pasarla. Eso es saber jugar. Es una habilidad diferente de la que el deportista emplea para hacer las acciones que demanda el juego. El saber jugar pasa antes en la cabeza y es esta la que ordena que habilidad poner en práctica en cada circunstancia diferente del juego.

sábado, 20 de junio de 2015

La Masia

"A Xavi, Messi e Iniesta le puedes vendar los ojos y seguirán jugando igual. De memoria. Lo mismo puedes hacer con Thiago, Sergi Roberto, y Rafinha Alcántara. Les vendas los ojos y siguen jugando igual. Y lo mismo ocurre si le vendas los ojos a Javi Espinosa, Pol Calvet, y Nando Quesada. Y si continuas bajando de categoría podrías vendar los ojos a Sergi Samper, David Babunski y Wilfred Kaptoum y nada cambiaria. Seguirian jugando de memoria. Todos juegan igual porque a todos les enseñan de la misma forma. Les enseñan no a jugar sino a comprender el juego." La Masia ha sido la fabrica de jugadores del Barcelona y tienen un método de construcción de jugadores digno de emular. Cualquier club interesado en convertirse en una fabrica de jugadores debería estudiar a fondo sus metodologías de trabajo.