Una de nuestras tareas como padres es que nuestros hijos no vivan nuestras vidas. Tenemos que lograr no encerrarlos en nuestras expectativas, muchas veces llenas de buenas intenciones pero que impiden que ellos le den forma a su propia vida. Eso muchas veces es difícil porque hay algo del ego personal que hay que dejar de lado. En la practica profesional me he encontrado con muchas vidas adultas donde el paciente me dice "soy abogado, ingeniero, deportista, para darle el gusto a mi viejo...".
Pep Marí propone el siguiente modelo en forma de piramide asociado al alto rendimiento. En la base el "Poder aprender" (ser humilde, tener los pies sobre la tierra, un entorno que ayude), luego "Querer aprender" (pagar todo el precio que implican las metas que te trazas), más arriba "Saber aprender" (tener claro el proceso de aprendizaje incluyendo el aprender de los errores) y por último "Demostrar lo aprendido" (poder rendir bajo la presión de la competencia).
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