Se da un circulo virtuoso entre las representaciones mentales y las habilidades: la representación mental permite la ejecución de la habilidad y esta perfecciona y amplia la representación mental. Es un proceso bidireccional. Lo que aprendemos nos permite la ejecución y la ejecución mejora lo que sabemos. La representación mental nos permite detectar los errores que cometemos y mejorar nuestra performance.
Pep Marí propone el siguiente modelo en forma de piramide asociado al alto rendimiento. En la base el "Poder aprender" (ser humilde, tener los pies sobre la tierra, un entorno que ayude), luego "Querer aprender" (pagar todo el precio que implican las metas que te trazas), más arriba "Saber aprender" (tener claro el proceso de aprendizaje incluyendo el aprender de los errores) y por último "Demostrar lo aprendido" (poder rendir bajo la presión de la competencia).