"Un chico de diez años, que se enfrentaba a un rompecabezas difícil, acercó su silla, se froto las manos y dijo en voz alta: Me encantan los desafíos!.
Pero...¿que le pasa?, me preguntaba. Siempre creí que te enfrentas al fracaso o lo rehuyes, pero nunca me imaginé que a alguien le encantase el fracaso.
¿Como era la mentalidad de esos niños? me pregunté.
Ellos sentían que las habilidades humanas pueden desarrollarse por medio del esfuerzo y eso es lo que hacían: se volvían más inteligentes. No solamente no los desanimaba el fracaso, es que ni siquiera pensaban que estuviesen fracasando, creían que estaban aprendiendo.
La mayoría de las personas cree que las habilidades humanas son algo inamovible: uno es capaz o no lo es y fracasar significa que no eres capaz.
Lo que tu creas sobre tu capacidad determina tu percepción de los fracasos por los que atraviesas en tu camino." Carols Dweck
Pero...¿que le pasa?, me preguntaba. Siempre creí que te enfrentas al fracaso o lo rehuyes, pero nunca me imaginé que a alguien le encantase el fracaso.
¿Como era la mentalidad de esos niños? me pregunté.
Ellos sentían que las habilidades humanas pueden desarrollarse por medio del esfuerzo y eso es lo que hacían: se volvían más inteligentes. No solamente no los desanimaba el fracaso, es que ni siquiera pensaban que estuviesen fracasando, creían que estaban aprendiendo.
La mayoría de las personas cree que las habilidades humanas son algo inamovible: uno es capaz o no lo es y fracasar significa que no eres capaz.
Lo que tu creas sobre tu capacidad determina tu percepción de los fracasos por los que atraviesas en tu camino." Carols Dweck