Nuestras metas deben estar organizadas en una jerarquía. La meta profesional de nivel superior debe ser una, debe ser nuestra brújula, no debe cambiar nunca. Las metas de nivel intermedio son los medios por los cuáles llegaremos a la meta de nivel superior y deben cambiar muy poco, tenemos que persistir en los esfuerzos para llegar a ellas. Las metas de nivel bajo pueden cambiar mucho, cuando se cierra un camino debemos abrir otro, cuando no logramos alcanzar una meta de bajo nivel, debemos generar otra.
Pep Marí propone el siguiente modelo en forma de piramide asociado al alto rendimiento. En la base el "Poder aprender" (ser humilde, tener los pies sobre la tierra, un entorno que ayude), luego "Querer aprender" (pagar todo el precio que implican las metas que te trazas), más arriba "Saber aprender" (tener claro el proceso de aprendizaje incluyendo el aprender de los errores) y por último "Demostrar lo aprendido" (poder rendir bajo la presión de la competencia).