La secuencia es más o menos así...la excelencia en una actividad requiere de muchas horas de practica...el aprender es "incomodo" porque nos corre de nuestra zona de confort...solo toleramos por mucho tiempo algo "incomodo" si lo amamos profundamente. Lo más importante para ayudar a un chico que se haga un deportista de alto rendimiento es que ame el juego. El amor por el juego lo hará persistir en los momentos de dificultad y le dará la fuerza necesaria para persistir. Muchos padres con sus criticas y demandas no ayudan a que sus hijos sigan enamorados del juego. Sus hijos tendrán alguna chance de ser grandes deportistas si desarrollan un profundo amor por el juego.
Pep Marí propone el siguiente modelo en forma de piramide asociado al alto rendimiento. En la base el "Poder aprender" (ser humilde, tener los pies sobre la tierra, un entorno que ayude), luego "Querer aprender" (pagar todo el precio que implican las metas que te trazas), más arriba "Saber aprender" (tener claro el proceso de aprendizaje incluyendo el aprender de los errores) y por último "Demostrar lo aprendido" (poder rendir bajo la presión de la competencia).