Cuando como grandes le decimos continuamente a un chico deportista que es un "crack" estamos creandole a ese chico una mochila cada vez más pesada. El errar, el fallar, representan para ese chico no una posibilidad del juego o un estadio de su desarrollo como jugador sino principalmente tienen el significado de dilusionar a todos "sus hinchas", a todos aquellos que lo pusieron en el rol de crack. Si queremos ayudar al desarrollo de los chicos no los pongamos en un lugar en donde nuestro elogio sea una mochila para ellos.
Pep Marí propone el siguiente modelo en forma de piramide asociado al alto rendimiento. En la base el "Poder aprender" (ser humilde, tener los pies sobre la tierra, un entorno que ayude), luego "Querer aprender" (pagar todo el precio que implican las metas que te trazas), más arriba "Saber aprender" (tener claro el proceso de aprendizaje incluyendo el aprender de los errores) y por último "Demostrar lo aprendido" (poder rendir bajo la presión de la competencia).
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