La semana pasada trabajando con un deportista le pregunte "¿En que se diferencia un entrenamiento de un partido?" a lo que me respondió "En un entrenamiento me permito equivocarme. En un partido no." Y ahi esta la clave de su peor rendimiento en los partidos que en los entrenamientos. No permitirnos los errores en la competencia afecta nuestro autodialogo, este impacta la concentración, generamos más errores y la confianza cae. El permitirte los errores lo que provoca es cometer menos errores. Se debe jugar como si fuese un entrenamiento más. (y se debe entrenar como si fuese un partido...).
Pep Marí propone el siguiente modelo en forma de piramide asociado al alto rendimiento. En la base el "Poder aprender" (ser humilde, tener los pies sobre la tierra, un entorno que ayude), luego "Querer aprender" (pagar todo el precio que implican las metas que te trazas), más arriba "Saber aprender" (tener claro el proceso de aprendizaje incluyendo el aprender de los errores) y por último "Demostrar lo aprendido" (poder rendir bajo la presión de la competencia).
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