Al contrario de lo que pueda pensarse, poder vivir sin una opinión formada sobre nada nos hace más inteligentes, abiertos y tolerantes. Deberiamos poder vivir en esa manera para poder aprender, escuchar, y enriquecernos. El tener una opinión formada nos pone a la defensiva frente a argumentos opuestos y nos somete al sesgo de confirmación de aquello que defendemos. Una persona inteligente puede convivir con dos ideas opuestas sobre el mismo tema en su cabeza.
Pep Marí propone el siguiente modelo en forma de piramide asociado al alto rendimiento. En la base el "Poder aprender" (ser humilde, tener los pies sobre la tierra, un entorno que ayude), luego "Querer aprender" (pagar todo el precio que implican las metas que te trazas), más arriba "Saber aprender" (tener claro el proceso de aprendizaje incluyendo el aprender de los errores) y por último "Demostrar lo aprendido" (poder rendir bajo la presión de la competencia).
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